Con Amontillados, queremos llevar este vino generoso
de las tabernas de Córdoba a tu mesa, para que aprendas a
amar el amontillado y el apasionante mundo que lo rodea.
Descubrimos el amontillado juntos y fuimos aprendiendo sobre él poco a poco. Hemos descubierto matices, y nos hemos dejado sorprender. Decidimos embarcarnos en este proyecto juntos como una excusa ideal para darle un hilo conductor al este proceso de aprendizaje y disfrute.
Trabajamos delante de nuestros ordenadores. Manuel tiene un despacho de marcas y patentes. Cristina trabaja el departamento de producto de una startup. Compartir una afición como el amontillado nos invita a salir, visitar bodegas, buscar despachos de vino escondidos, a compartir comidas con amigos y a disfrutar de los sabores y la magia del vino.
A medida que descubrimos el amontillado, aprendimos a quererlo diferente. Nos dimos cuenta de que no era un vino de aperitivo, sino que armonizaba perfectamente con platos sorprendentes. Empezamos a experimentar combinaciones y a buscar ideas.
Empezamos a pedir amontillado en nuestras visitas a restaurantes. En Córdoba tuvimos la suerte de encontrarlo en la mayoría de sitios, aunque muchas veces las opciones fueran limitadas. Fuera de Andalucía, nos vimos a veces explicándole a muchos hosteleros de qué hablábamos cuando hablábamos de amontillado, y rechazando divertidos ofrecimientos, como brandys.
Con Amontillados queremos darle forma a este viaje que hemos emprendido sin darnos cuenta, pero sobre todo, tener una excusa perfecta para disfrutar más y mejor de los mejores amontillados de todo el mundo.